lunes, 20 de febrero de 2012

Pastel de patata

Lo siento por nuestros lectores golosones, pero no, esta no es una receta dulce, sin embargo es una de mis comidas favoritas y eso viniendo de una que se come hasta el azúcar a cucharadas, tiene un mérito considerable.


Es una receta de mi padre, no sé de dónde la sacó él en primera instancia pero no ha faltado ha su cita anual por mi cumpleaños en los últimos 14 años.


Es sencilla, muy sencilla, pero requiere tiempo.


Ingredientes:
- Patatas
- Jamón cocido
- Bacon
- Queso en lonchas


Proceso



Pelamos patatas y las cortamos en rodajas, como si fuésemos a hacer patatas a lo pobre. Las freímos sin dejar que se tuesten, que queden hechas pero blandas. Cogemos un molde que se pueda meter en el horno, de cristal, metal o incluso desechable, preferiblemente cuadrado, y vamos colocando las patatas de manera que cubrimos la base del molde quedando una capa de patatas (foto 1).



Después colocamos el jamón york de igual manera creando una capa encima de la capa anterior de patata. (foto 2)



Colocamos otra capa de patatas, después una de bacon, otra de patatas y una de queso. Y repetimos todo el proceso (patata, jamón, patata, bacon, patata, queso) dejando al final que la capa superior sea la de queso.




Lo metemos en el horno y dejamos que el queso se gratine; esto no llevará mucho tiempo,  unos minutos, cuando lo veamos un poco dorado lo sacamos y ya está listo para servir.

No he puesto cuantas patatas, pero es que es imposible de saber porque dependerá tanto del tamaño del molde como del tamaño de las patatas y de las capas que queráis poner ¡que pueden ser infinitas! . Yo usé unos 200 gramos de jamón york, bacon y queso. 
Salieron siete porciones que losestudiantescomemosbien degustamos un jueves postexamenes a modo de guarnición de una carne al ajillo (próximamente en este blog).

El resultado final es este, y no me queda más que animaros a que lo hagáis, el éxito está asegurado. 




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sábado, 11 de febrero de 2012

Habichuelas de la abuela.

El potaje de habichuelas, o de judías como se dice en otros lugares, es uno de mis guisados favoritos, eso sí, si lo hace mi abuela. Este verano cuando supe que ya iba a hacer el Máster, le dije a mi abuela que me tenía que enseñar a hacerlas. Me dijo que fuera a ver como se hacían. Así que cogí boli y cuaderno y me fui a su casa a las 9 de la mañana, en verano, a aprender a cocinar potaje de habichuelas.

Bueno pues hoy por hoy me alegro muchísimo. Es el guisado que más gusta en mi piso, y por supuesto yo que soy una cocinillas y que no me importa levantarme a las 9 a poner el guisado, estoy encantada de que me digan lo mucho que les gusta.

Bien, vamos a empezar la elaboración.

INGREDIENTES (para 3 personas).

Para el sofrito:
-1 tomate.
-1 pimiento verde.
-1 cebolla.
-1 diente de ajo.
-1 hoja de laurel.
Aceite.

Para el guisado:
-1/4 de habichuelas ( en realidad yo le hecho 2 puñados por cabeza y otros 2 por si hace falta, y si no para que se queden más tiernas).
-Acelgas (un par de hojas o tres).
-3 chorizos.
-Arroz (1 puñado por cabeza).
-Agua.
-1 diente de ajo.
-Sal.
-Colorante alimenticio.

Empezamos con el sofrito, yo lo hago la noche anterior para no tener que levantarme tan temprano al día siguiente. Se trocean la cebolla, el pimiento y el tomate, no hace falta que sea pequeño porque después se tritura con la batidora. Se pone una sarten a calentar con el aceite y se le añaden las verduras, el ajo y el laurel. Se sofríe y se guarda para después añadirlo a la olla.




Al día siguiente, yo me levanto a las 9 para ponerlo, como mucho a las 9.30 porque las legumbres para que estén tiernas necesitan hervir mucho rato y nosotros comemos a las 14.00, por lo que un mínimo de cuatro horas las tengo hirviendo.

La habichuelas se han tenido que poner la noche anterior en agua, para que empiecen a ponerse tiernas.

Se llena una olla de agua fría hasta arriba y se ponen la habichuelas. Seguidamente se ponen al fuego, una vez que rompa a hervir se le añade el sofrito triturado. El potaje está casi hecho. Cuando ya lleva un rato hirviendo se le ponen los chorizos y se podría añadir también las acelgas así se quedan más tiernas las habichuelas. En mi piso no gustan así que yo no se las echo. Se queda a fuego lento hasta que sea la hora de comer.

Ya cuando este casi terminado se le añade el arroz, un ajo machacado con sal y el colorante alimenticio. Se queda así hasta que el arroz este tierno y el caldo casi consumido.


La pinta que se le queda es esta. La foto se la eche un día que no llevaba chorizo, mi recomendación es que aunque engorde más y sea menos sano, se lo echéis porque el sabor es completamente distinto, al igual recomiendo con las acelgas.



Ahora animaos a hacerlo y nos contáis. 

El precio por el que puede salir no lo sabría decir pero seguro que es baratísimo. 

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domingo, 5 de febrero de 2012

Tortilla de champiñones y queso

Hoy traigo una receta para esos estudiantes que, como yo, tienen días vagos y no saben que cenar.

Necesitaremos:
- 2 huevos
- Champiñones
- Queso
- 1 ajo
- Pimienta negra en polvo
- Aceite


Normalmente prefiero champiñones naturales, están mil veces mas sabrosos y son más sanos, pero siempre tengo "latas varias" para emergencias (llegar a las 9 de la noche de la biblioteca o de clase sin nada descongelado listo para el microondas ES una emergencia) y huevos en la nevera. En esta ocasión he usado champiñones laminados de lata porque ha sido improvisado, vosotros podéis elegir.


Pasos:

Ponemos un chorrito de aceite de oliva en la sartén a medio fuego. Añadimos nuestros champiñones bien escurridos y los salteamos hasta que pierdan el agua y queden un poco dorados. Cuando estén a medio hacer añadimos el ajo picado en trozos pequeños (si lo añadimos al principio corremos el riesgo de que se queme y amargue los champiñones) si queremos un toque picante añadimos también la pimienta.
Mientras, batimos los dos huevos a los que agregamos el queso previamente picado en trozos. Cuando los champiñones estén hechos los añadimos a los huevos y el queso. Y ya está, a la sartén todo junto para hacer nuestra tortilla.
No, no he puesto sal, primero porque el queso es salado, y segundo porque me parece completamente prescindible.

Ya veis, sencillo como el mecanismo de un chupete. Y además nutricionalmente muy completo: proteinas del huevo y la leche, derivados lacteos, hidratos de carbono, en el champiñón, en el que ademas hay vitaminas B, minerales, fibra...


Y para aquellos que contáis las calorías que coméis, solo deciros que el queso es lo que más engorda, sobre todo los curados y semi curados, así que si lo suprimís, es una cena que aporta pocas calorías.

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